domingo, 15 de agosto de 2010

V. NECESIDAD DE LA CELEBRACION.

Las razones para afirmar la necesidad de la celebración cristiana son las mismas que valen para toda celebración humana; las posibles diferencias entre una y otra se deberán solamente a que los cristianos no pretenden expresar en su fiesta una humanidad cualquiera, sino la que está en plena armonía co el designio de Dios.

Esto supuesto, la primera razón es la naturaleza social del hombre. Como lo expresó el Génesis a propósito de Adán, no ha nacido para estar solo, necesita alguien como él que le ayude (2,18). El hombre, para serlo, necesita sociedad; la relación con su semejante es indispensable para el desarrollo de su ser, que no se realiza fuera de la comunicación y el intercambio con otros. Sin relación es imposible la vida personal; así lo expresa el misterio de la Trinidad, que afirma la comunicación y el intercambio en Dios mismo. La comunicación humana es de muy diversa calidad, según la circunstancia y el objetivo del momento; el trato se ejerce a diversos niveles, pero en su conjunto debe exteriorizar todas las dimensiones del hombre; a la fiesta toca manifestar la alegría y ejercitar la actividad sin motivo interesado.

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